Dejé en el camino mi aliento
y mis ansias de amor
sobre la lágrima del tiempo
tras un crepúsculo romántico
enamorado de los pétalos turgentes
del cáliz anforado de la flor
y busqué en el arcoiris
el efecto del caos y el prisma
para hallar el índigo y el rosa
y conectar mi pasión
hacia el núcleo del presente
Caminé sobre el sendero
todo ese día y mucho más...
mientras a mi lado
alborotando mi pelo
la brisa de Enero
al oído susurrándome
me dijo: ¡compañero!
¿A quien buscas? - preguntóme
sin mostrar su cuerpo
y yo le dije: ¡a la mujer
que nunca tuvo dueño!
Se desnudó la brisa entonces
y me besó todo ese día
toda esa noche
durante todo un Enero.