A mi prometida
Sueño con tus labios besar
y me torno en delirio;
obsesionado muero por ti
cada noche, buscando
de tus pechos el maná y
de tu ombligo, el néctar querido.
Soy lengua que busca la miel
en el oasis de tu cuerpo
tras caminar por rocas y arenas,
sediento;
hoy quiero sentir,
que no voy sólo en la vida
si mi sustento, eres tú,
mi fuente de agua divina.
Y enroscarme en tu cuerpo
y tu piel,
amando tu límpido cielo
entre la algarabía del mar
bajo un polen de estrellas.