Bicerofonte
Cantidad de envíos : 112 Edad : 33 Localización : En mi Buhardilla, Cerca del Cielo Fecha de inscripción : 09/09/2019
| Tema: Soñando con Unicornios Miér Oct 30, 2019 4:04 pm | |
| SOÑANDO CON UNICORNIOS
Las cuatro niñas habían crecido. Ahora eran unas jovencitas de 12 a 14 años de edad. Olvidadas en un polvoriento librero, Lyra, Fansy y Crystal miraban tristemente cómo las chicas salían a jugar con sus bicicletas… Las hermanas Olsen salieron a la calle haciendo un gran escándalo… Entre risas, Connie, Sandy, Beatrice y Rachel se subieron a sus bicicletas y rodaron calle abajo. La habitación quedó en silencio. Sobre las camas sin tender quedaron las batas de dormir. Un rayo de luz entró por una ventana alumbrando el viejo librero. Colocados en uno de los estantes, tres peluches de unicornio custodiaban algunos libros de química, biología y matemáticas. En la pared de enfrente había otro librero más pequeño y sobre un antiguo diccionario se encontraba el peluche de un búho. Eran 3 unicornios hembra, de crin y cola multicolor. Las jovencitas las habían olvidado y arrumbado en aquel librero cuando entraron a la adolescencia.
Lyra, una de ellas, miró a Fansy y a Crystal, y dijo apesadumbrada: - Ya tiene mucho tiempo que las niñas no juegan con nosotras y nos han olvidado en éste lugar… Crystal comentó: - Tienes razón. Todavía el año pasado nos divertimos con ellas. ¡Nos estamos llenando de polvo y de telarañas! Fansy agachó la cabeza con gran tristeza, y se quejó: - Hay qué resignarnos… Tendremos la misma suerte de los juguetes que regalaron hace dos años. Yo todavía recuerdo que en la caja echaron varias muñecas, Barbies, una carreola, piezas de juego de té, y otras cosas más.
Crystal negó con la cabeza, y gritó: - ¡No quiero que me tiren a la basura! ¡Yo no soy un juguete inservible! ¿Acaso Sandy ya no me quiere? ¿Ya se olvidó de todos los juegos que juntas participamos? Las tres voltearon hacia el otro librero, donde Olaf, el viejo búho de peluche, les dijo: - Esperen, chicas. Así es la ley de la vida y tenemos qué ver las cosas como vienen. Ellas ya son unas señoritas y tenemos qué resignarnos a ser unos simples adornos del librero. A mí, Beatrice también me ha olvidado. Prefiero tomar las cosas con calma…
Lyra lo interrumpió: - Pero… Pero… ¿No habrá alguna forma de que ellas vuelvan a jugar con nosotros? ¿No habrá manera para que todo sea como antes? Olaf contestó: - Existe una alternativa, y es por medio de la magia que encierra el mundo de los unicornios: “Una lágrima de unicornio es capaz de abrir y unir en sueños el mundo de los humanos con el de nosotros”, por lo que alguna de las tres tiene qué llorar para que la magia sea posible.
Crystal, quien estaba hecha un mar de nervios, fue la que no pudo soportar tanta tensión y de sus ojos brotó una lágrima que brilló como diamante bajo la luz. La lágrima cayó al suelo, pero antes de tocar el piso se empezó a evaporar en un vaho azul que fue creciendo y en medio de él apareció un Pegaso.
Un unicornio masculino, pero con alas, apareció ante ellas quienes lo miraron asombradas. Él dijo: - Soy Pegaso y he venido para ayudarles… La única manera con la cual pueden ustedes hablar con las chicas es en sueños. Vamos a esperar a la noche y viajaremos en sus sueños, en la magia del arco iris. Esa noche, después de cenar, las 4 hermanas Olsen se bañaron, platicaron un rato mientras se pintaron las uñas de los pies y luego se acostaron a dormir. Olaf y las chicas unicornio las miraron inmóviles desde sus lugares.
Las luces estaban apagadas. Pegaso voló y con sus alas creó un arco iris que inundó la habitación. Las cuatro hermanas empezaron a tener un sueño colectivo. ¡A soñar lo mismo juntas!... La magia del arco iris permitió que las tres unicornio y el búho pudieran deslizarse fácilmente entre los colores hacia el interior del sueño de las chicas. Connie, Sandy, Beatrice, y Rachel corrían alegres en el campo cuando de pronto se toparon con Lyra, Fansy, Crystal y Olaf quienes eran tan grandes como ellas… ¡Se quedaron todas muy sorprendidas!
Lyra rompió el silencio que se había creado: - ¡Connie, soy yo, Lyra, tu niña unicornio! ¿Acaso ya no me reconoces? Fansy dijo también: - ¡Rachel! ¡He venido a jugar contigo como antes lo hacíamos! Crystal agregó por su parte: - ¡Sandy! ¡Ven conmigo! ¡Súbete en mis lomos y recorramos toda ésta campiña! Y Olaf no se podía quedar atrás: - ¡Beatrice! ¡Ya podemos platicar largamente como lo hacíamos cuando eras pequeña! ¡Hay tantas cosas que éste viejo búho quiere contarte!
Pegaso volaba y observaba satisfecho a las hermanas, a las 3 chicas unicornio y al búho, quienes se divertían juntos cabalgando, rodando por el pasto, corriendo, en fin. Todo era felicidad y alegría. Pegaso pensó: - Misión cumplida. Todo está saliendo bien… Connie le dijo a Sandy: - ¡Qué hermoso! ¡Me arrepiento de haber olvidado a mi unicornio! ¿Cómo pude hacer a un lado a quien me dio mucha felicidad de pequeña?
Sandy le respondió: - Yo también pienso lo mismo… ¡Hemos sido unas ingratas! El sueño duró cerca de 6 horas. Pronto, amaneció y en el cuarto se fue borrando la magia del arco iris, y en el librero estaban inmóviles las 3 chicas unicornio y el búho. Cuando las hermanas Olsen despertaron, comentaron entre ellas lo hermoso que había sido su sueño. Se quedaron con la boca muy abierta al darse cuenta de que habían soñado lo mismo. Sus miradas se dirigieron a los libreros y cada una tomó su muñeco de peluche.
Después de limpiarlos decidieron no volver a dejarlos abandonados. De aquí en adelante las acompañarían en todas partes, e incluso al ir a la escuela los llevarían dentro de sus mochilas, y hasta en el tablero del auto de papá. Esa mañana, las cuatro hermanas Olsen volvieron a subir a sus bicicletas y se fueron calle abajo. En la parte delantera de las bicis, en un pequeño portabultos pusieron al búho y a sus unicornios, sujetos para que no se cayeran.
Lyra, Fansy, Crystal, y Olaf, se miraron entre sí, e iban radiantes de felicidad. ¡Por fin volvían a ser el centro de atención de las cuatro chicas y todo parecía que de aquí en adelante ya no iban a ser nuevamente olvidados! En el cielo, Pegaso desapareció… Pero antes, dejó un hermoso arco iris en el horizonte como una señal de que los humanos y los unicornios pueden convivir gracias a la magia de los sueños y fantasías de niños y adolescentes…
alieron a la calle haciendo un gran escándalo… Entre risas, Connie, Sandy, Beatrice y Rachel se subieron a sus bicicletas y rodaron calle abajo. La habitación quedó en silencio. Sobre las camas sin tender quedaron las batas de dormir. Un rayo de luz entró por una ventana alumbrando el viejo librero. Colocados en uno de los estantes, tres peluches de unicornio custodiaban algunos libros de química, biología y matemáticas. En la pared de enfrente había otro librero más pequeño y sobre un antiguo diccionario se encontraba el peluche de un búho.
Eran 3 unicornios hembra, de crin y cola multicolor. Las jovencitas las habían olvidado y arrumbado en aquel librero cuando entraron a la adolescencia. Lyra, una de ellas, miró a Fansy y a Crystal, y dijo apesadumbrada: - Ya tiene mucho tiempo que las niñas no juegan con nosotras y nos han olvidado en éste lugar… Crystal comentó: - Tienes razón. Todavía el año pasado nos divertimos con ellas. ¡Nos estamos llenando de polvo y de telarañas!
Fansy agachó la cabeza con gran tristeza, y se quejó: - Hay qué resignarnos… Tendremos la misma suerte de los juguetes que regalaron hace dos años. Yo todavía recuerdo que en la caja echaron varias muñecas, Barbies, una carreola, piezas de juego de té, y otras cosas más. Crystal negó con la cabeza, y gritó: - ¡No quiero que me tiren a la basura! ¡Yo no soy un juguete inservible! ¿Acaso Sandy ya no me quiere? ¿Ya se olvidó de todos los juegos que juntas participamos?
Las tres voltearon hacia el otro librero, donde Olaf, el viejo búho de peluche, les dijo: - Esperen, chicas. Así es la ley de la vida y tenemos qué ver las cosas como vienen. Ellas ya son unas señoritas y tenemos qué resignarnos a ser unos simples adornos del librero. A mí, Beatrice también me ha olvidado. Prefiero tomar las cosas con calma… Lyra lo interrumpió: - Pero… Pero… ¿No habrá alguna forma de que ellas vuelvan a jugar con nosotros? ¿No habrá manera para que todo sea como antes?
Olaf contestó: - Existe una alternativa, y es por medio de la magia que encierra el mundo de los unicornios: “Una lágrima de unicornio es capaz de abrir y unir en sueños el mundo de los humanos con el de nosotros”, por lo que alguna de las tres tiene qué llorar para que la magia sea posible. Crystal, quien estaba hecha un mar de nervios, fue la que no pudo soportar tanta tensión y de sus ojos brotó una lágrima que brilló como diamante bajo la luz.
La lágrima cayó al suelo, pero antes de tocar el piso se empezó a evaporar en un vaho azul que fue creciendo y en medio de él apareció un Pegaso. Un unicornio masculino, pero con alas, apareció ante ellas quienes lo miraron asombradas. Él dijo: - Soy Pegaso y he venido para ayudarles… La única manera con la cual pueden ustedes hablar con las chicas es en sueños. Vamos a esperar a la noche y viajaremos en sus sueños, en la magia del arco iris.
Esa noche, después de cenar, las 4 hermanas Olsen se bañaron, platicaron un rato mientras se pintaron las uñas de los pies y luego se acostaron a dormir. Olaf y las chicas unicornio las miraron inmóviles desde sus lugares. Las luces estaban apagadas. Pegaso voló y con sus alas creó un arco iris que inundó la habitación. Las cuatro hermanas empezaron a tener un sueño colectivo. ¡A soñar lo mismo juntas!...
La magia del arco iris permitió que las tres unicornio y el búho pudieran deslizarse fácilmente entre los colores hacia el interior del sueño de las chicas. Connie, Sandy, Beatrice, y Rachel corrían alegres en el campo cuando de pronto se toparon con Lyra, Fansy, Crystal y Olaf quienes eran tan grandes como ellas… ¡Se quedaron todas muy sorprendidas! Lyra rompió el silencio que se había creado: - ¡Connie, soy yo, Lyra, tu niña unicornio! ¿Acaso ya no me reconoces?
Fansy dijo también: - ¡Rachel! ¡He venido a jugar contigo como antes lo hacíamos! Crystal agregó por su parte: - ¡Sandy! ¡Ven conmigo! ¡Súbete en mis lomos y recorramos toda ésta campiña! Y Olaf no se podía quedar atrás: - ¡Beatrice! ¡Ya podemos platicar largamente como lo hacíamos cuando eras pequeña! ¡Hay tantas cosas que éste viejo búho quiere contarte! Pegaso volaba y observaba satisfecho a las hermanas, a las 3 chicas unicornio y al búho, quienes se divertían juntos cabalgando, rodando por el pasto, corriendo, en fin.
Todo era felicidad y alegría. Pegaso pensó: - Misión cumplida. Todo está saliendo bien… Connie le dijo a Sandy: - ¡Qué hermoso! ¡Me arrepiento de haber olvidado a mi unicornio! ¿Cómo pude hacer a un lado a quien me dio mucha felicidad de pequeña? Sandy le respondió: - Yo también pienso lo mismo… ¡Hemos sido unas ingratas! El sueño duró cerca de 6 horas. Pronto, amaneció y en el cuarto se fue borrando la magia del arco iris, y en el librero estaban inmóviles las 3 chicas unicornio y el búho.
Cuando las hermanas Olsen despertaron, comentaron entre ellas lo hermoso que había sido su sueño. Se quedaron con la boca muy abierta al darse cuenta de que habían soñado lo mismo. Sus miradas se dirigieron a los libreros y cada una tomó su muñeco de peluche. Después de limpiarlos decidieron no volver a dejarlos abandonados. De aquí en adelante las acompañarían en todas partes, e incluso al ir a la escuela los llevarían dentro de sus mochilas, y hasta en el tablero del auto de papá.
Esa mañana, las cuatro hermanas Olsen volvieron a subir a sus bicicletas y se fueron calle abajo. En la parte delantera de las bicis, en un pequeño portabultos pusieron al búho y a sus unicornios, sujetos para que no se cayeran. Lyra, Fansy, Crystal, y Olaf, se miraron entre sí, e iban radiantes de felicidad. ¡Por fin volvían a ser el centro de atención de las cuatro chicas y todo parecía que de aquí en adelante ya no iban a ser nuevamente olvidados!
En el cielo, Pegaso desapareció… Pero antes, dejó un hermoso arco iris en el horizonte como una señal de que los humanos y los unicornios pueden convivir gracias a la magia de los sueños y fantasías de niños y adolescentes… | |
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El Brother
Cantidad de envíos : 31 Edad : 28 Localización : Ciudad de México Fecha de inscripción : 28/10/2019
| Tema: Re: Soñando con Unicornios Miér Oct 30, 2019 7:56 pm | |
| Excelente, un original cuento para niñas muy pequeñas. Sigue así, Bicerofonte. | |
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Bicerofonte
Cantidad de envíos : 112 Edad : 33 Localización : En mi Buhardilla, Cerca del Cielo Fecha de inscripción : 09/09/2019
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