El Cordón de Plata

Tema: El Cordón de Plata Jue Oct 31, 2019 8:27 pm

EL CORDÓN DE PLATA

El cuerpo astral y el cuerpo físico están conectados entre sí por medio del Cordón de Plata. Es como una delgada cuerda de energía luminosa y plateada, muy parecida al cordón umbilical que une a la madre con su hijo…

Gyatso Waphole, un aprendiz de lama tibetano, junto con otros alumnos más, escuchaban a su maestro Lobsang Yonten quien daba su cátedra en un amplio aposento del Potala, en el Tíbet. Lobsang dijo:
- El Cordón de Plata es el vínculo que une el alma del cuerpo. Solo con la muerte éste se rompe y viajamos a otro tiempo y a otro espacio en las dimensiones cósmicas.

Gyatso estaba inmerso en sus propios pensamientos. Recordaba a Malwa, una preciosa chica provinciana que vivía en un poblado que estaba cerca del monasterio.
Recordaba que hace unos días él fue a entregar unos quesos hechos con leche de yak a una hostería y la vio…
¡Ella se estaba bañando en una tina de madera y él la observó embelesado por unos minutos, ya que la ventana estaba semiabierta y admiró esa anatomía tan perfecta!

Malwa nunca se dio cuenta de que había sido espiada, y Gyatso estaba impresionado por ese cuerpo tan precioso que se mostró ante sus ojos.
De pronto, un golpe en la cabeza, dado con los duros nudillos de la mano del maestro, lo sobresaltó:
- ¡Gyatso, no te distraigas! ¡Pon mucha atención a la clase, ya que es muy importante! ¡Hoy vamos a realizar un viaje astral y tienes qué estar preparado!

- ¡Perdón, honorable maestro Lobsang! ¡En realidad yo estaba meditando en sus palabras!
- Entonces dime… ¿Qué es el Cordón de Plata?
- El cuerpo astral y el cuerpo físico están conectados entre sí por medio del Cordón de Plata… Es como una delgada cuerda de energía luminosa y plateada, parecida al cordón umbilical que une a la madre con su hijo…

Lobsang se mostró complacido, y continuó:
- Hoy solamente tres personas vamos a realizar un corto viaje juntos: Gyatso, Tenzin, y yo. Mañana me acompañarán otros dos, pasado mañana dos más, y así… Hasta que todo el grupo hayamos ido al plano Astral.
Gyatso se frotó las manos. Sería su primer viaje junto con el maestro. Nada podría salir mal, ya que Lobsang iba a estar a su lado para asesorarlo y para protegerlo.

Lobsang se puso serio y miró a Gyatso y a Tenzin, a la vez que dijo con una voz muy grave:
- Es muy importante advertirles una cosa… Existen espíritus malos, demonios del Bajo Astral, que van a tratar de atacarnos y de cortar nuestros Cordones de Plata para que muramos y vaguemos para siempre en el Inframundo.

El silencio se hizo total en la clase. Lobsang agregó:
- Lo único que nos puede proteger de todo ataque son los pensamientos puros que tengamos. Los espíritus van en contra de todo aquél que tenga pensamientos impuros que lo hacen vulnerable. Por lo que si alguno de los dos no está preparado, deje su lugar a otro y lo intentaremos unos días después, hasta que se purifique totalmente.

Gyatso y Tenzin movieron negativamente la cabeza y aseguraron que estaban listos, que nada impuro había en sus corazones y en sus mentes.
Silencioso, Gyatso pensaba que el episodio fugaz que vivió al observar a la chica que se estaba bañando, no era algo que podía interferir en su viaje astral. Es verdad que ese cuerpo le hizo despertar todo tipo de sentimientos, pero como aprendiz de lama, creía tener todo bajo control.

La clase los rodeó y pronto, después de varios ritos místicos, Gyatso, Tenzin y Lobsang, estaban acostados en unas esteras de bambú, en estado de meditación profunda.
Pronto, comenzó la proyección de conciencias. Los tres fueron saliendo de sus cuerpos y pronto alcanzaron el techo. Cuando Gyatso volteó a ver su cuerpo, admiró su luminoso Cordón de Plata que palpitaba como un corazón.

Los tres salieron volando del Potala hacia el poblado donde vieron las casitas, la gente que pasaba por la calle, y muchas cosas más. Gyatso y Tenzin estaban admirados y detrás de ellos iba Lobsang vigilándolos prudentemente.
Los seres del Bajo Astral estaban cerca de ellos, de manera siniestra, acechándolos. La preparación espiritual del maestro Lobsang creaba la energía necesaria para mantenerlos a distancia, pero estaban ahí… Listos para atacar al menor descuido posible.

Telepáticamente, Lobsang les dijo a sus discípulos que fueran a la derecha, hasta la Ermita de los Maestros Lamas Reencarnados, pero Gyatso se siguió de frente.
El muchacho recordó que metros adelante estaba la casa de Malwa, la chica de precioso cuerpo, y entró a su habitación atravesando la pared en su cuerpo espiritual.
Ella estaba en la intimidad de su recámara, en ropa interior. Gyatso sintió un fuerte deseo que recorrió su ser y su Cordón de Plata empezó a palpitar desordenadamente.

Lobsang le mandó un mensaje telepático:
- ¡Gyatso, sal de ese lugar! ¡Regresa a tu cuerpo de inmediato!
Pero el aprendiz de lama siguió admirando los muslos de la chica… ¡Y se vio rodeado de varios demonios!
Lobsang trató de atraer a su discípulo hacia sí mismo para llevarlo arrastrando hasta su cuerpo, pero los malos e impuros pensamientos del muchacho permitieron que los espíritus del Bajo Astral pudieran rodearlo… ¡Y cortaron su Cordón de Plata!
Se fueron llevando a Gyatso a lo profundo del Astral y el maestro fue tras él… Conforme el Cordón de Plata de Lobsang se estiraba, se fue haciendo más y más delgado.

Tenzin trató de seguirlo, pero el maestro le dijo.
- ¡Detente! ¡Tú no estás preparado para rescatar a tu compañero! ¡Te ordenó que regreses con los demás y que recen unos Mantras para que Gyatso y yo podamos volver a nuestros cuerpos!
Gyatso gritaba desesperado. Pegaba grandes alaridos llenos de pavor mientras que los demonios lo arrastraron al Inframundo, riendo de manera escalofriante.

Por más esfuerzos que Lobsang hizo para tratar de alcanzar a su discípulo, no pudo llegar a él. Su Cordón de Plata se hizo tan delgado como un cabello y corría el gran riesgo de quebrarse… ¡Y perder la vida él también!
Los Mantras de sus discípulos crearon un campo de energía tan grande que lo arrastraron a su cuerpo antes de que se trozara su Cordón. Desafortunadamente Gyatso no pudo salvarse… ¡Sus pensamientos impuros fueron los que al final lo condenaron!

Al día siguiente y después de realizar varios rituales, Lobsang y sus discípulos sepultaron el cadáver de Gyatso en la Caverna de los Antepasados. Todos aprendieron la dura lección. Solo los de pensamientos puros pueden hacer Viajes Astrales sin peligro alguno.

Sobre su cuerpo inerte pusieron un cuaderno donde él había anotado algunos pensamientos sobre sus primeros Viajes Astrales:
‘Salí de mi cuerpo físico y empecé a atravesar el cuarto… Algo me retenía, como si tratara de caminar pero una fuerza me jaló por detrás. De pronto, sentí un tirón en mi espalda y retrocedí, regresando de inmediato a mi cuerpo que estaba acostado en mi cama.
‘Tuve la curiosidad de saber qué es lo que me había regresado a mi cuerpo y en mi segundo Viaje Astral vi por primera vez mi Cordón de Plata. Era un hilo, un cable que palpitaba y brillaba con una hermosa luminosidad.

‘Lo vi tan fuerte, tan seguro, que pensé que jamás se iba a romper. Era mi cable salvavidas que me sujetaba a mi cuerpo y que unía a éste con mi cuerpo astral. Gracias al Cordón de Plata, jamás me iré al Inframundo’…
Desgraciadamente, para Gyatso, sus malos deseos y sus pensamientos impuros fueron los que lo condenaron a vagar eternamente en el Bajo Astral, ya que los demonios al final cortaron su endeble Cordón de Plata…

Tema: Re: El Cordón de Plata Sáb Nov 02, 2019 2:06 pm

Hola: Bicerofonte :

Leí esta historia con ribetes místicos de oriente y me encantó.

Seguiré leyendo más de sus trabajos.

Abrazos

Tema: Re: El Cordón de Plata Lun Nov 04, 2019 7:49 pm

Tengo otro con aire oriental. Lo voy a revisar y lo subiré.