Miguel Angel
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| Tema: ROFIO, UN APRENDIZ DE CABALLO Lun Ene 25, 2021 2:15 pm | |
| En todo conglomerado social siempre van a existir grupos de personas que te aceptarán como eres, otros que intentarán cambiarte, también los que te ignorarán y, finalmente, los que te rechazarán por completo. No es posible conformar a todos los colectivos humanos. Esto es así desde los albores de la humanidad y seguirá hasta el final de los tiempos; y tiene que ver con la personalidad del sujeto y con el colectivo social. En realidad sin saberlo el individuo - varón o mujer – desde tiempos remotos ha hecho marketing estratégico de uno mismo, buscando vender un producto, una imagen de su propia personalidad y posicionarla frente a los demás -. Existirán rasgos, naturalmente, que harán más atractivo el producto y adicionalmente otros que se irán forjando y que constituirán el packaging o su presentación en público. Por lo cual, ahora deduzco, que lo sublime en materia de marketing estratégico y posicionamiento de producto, se transformó, en Don Rofio, en una obsesión de alto galope que lo llevó pues por innumerables caminos hasta alcanzar el Master absoluto del amor hacia su Pampa.
CAPÍTULO PRIMERO
“EL ESTERCOLERO”
En el intento del hombre por disipar la bruma a puro bramido de toro sobre el bayo redomón se vuelve arrogante la impronta del gaucho que entroniza un esquema del sentir decimonónico y devuelve en circunstancias fértiles a los ojos otra vista más ornamental: el estiércol de la vaca, cual un cuadro de época.
- Dice don Ramón: No más establos para la hacienda. El respiro es el potencial de la vaca y del ganado en pie. Que se potencie el ganado a través de la hierba, carajo.
- Rofio: ciertamente patroncito.
- Luz. la mujer de Ramón: ¿qué, y quién ordeña la vaca?
- Don Ramón: mujer, ve a la casa a lavar los enseres y no jodas.
- La vecina, doña Rosa: Eh malevo de las Pampas, vete a tu catre y deja en paz a la mujer que parió tu descendencia. Eres un cretino a sueldo.
- Rofio: cierto Don Ramón, me permito decirle que ud. se ha excedido en su vocabulario.
- Don Ramón: A la mierda con vosotros. Soy patrón y dueño de la estancia.
- Rofio: Soy aprendiz y no necesariamente un esclavo de tu propiedad. Me importa poco o nada vuestra excelencia. Después de todo yo colijo que ud. es un mal nacido o tal vez, un hijo de puta.
- Don Ramón: a ver vos mocito que te crees gaucho, te falta teta para cuestionarme, mocete perverso, te voy a dar una paliza y entregar tu esqueleto a las sombras.
- Rofio: Viejo de mierda. Tú eres macho sólo con las mujeres pero eres un cobarde con los hombres.
- Luz la mujer de Ramón: ¡basta ya de joder a ver quien tiene el pito más grande! A la casa y nada de rencores.
- Rofio: Estoy de acuerdo patroncita.
- Don Ramón: Te perdono la vida, Rofio, pero mañanita te vas de la estancia. En cuanto a doña Rosa que se busque pronto un marido, entrometida de mierda.
- Rofio: Lo haré patrón, todo lo que soy es fruto de mi tata y a ud. no le debo nada.
No hubo más discusiones en el rancho, todo estaba dicho. Comieron en paz y cada cual se fue a dormir a su aposento.
Al día siguiente Rofio se levantó de madrugada, tomo sus cosas y partió lejos de la estancia.
En la distancia comprendió la MISTICA del campo: “la mierda tiene un absoluto, servir de manjar a las criaturas impares; pero el estiércol es afín a la otra criatura, la especie humana”.
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