El ojo hace un punto
en una panorámica 3d;
pero no es el punto, sino la coma
quien tamiza la pausa ...
El celo del sacerdote
lo devuelve al gran ritual
cuando el ángelus recita,
el latido se apoltrona
en el cuadro
y toda la mística y la liturgia
dejan atrás el alarido del tiempo;
una paloma blanca surca entre los vientos
predicando el evangelio
¡no hay ujieres ni idólatras!
Todo se vuelve santo
en esta tarde de invierno,
bajo la cruz del redentor.
(En la constelación de Cronos
no habita el herpes
ni la corte de cipayos).