Navego en mi chalupa
por sobre la bravura de los mares
y hallo en ese ombligo la gesta
y el amanecer
en un hechizo permanente
Soy poeta, amigo de las Furias,
de las Nereidas y los Avatares
No debo favores a gobernantes
ni me siento preso de su dialectica
cabalgo en pos de la eternidad
que elucubra mi derrota
hacia la estirpe de la cresta
en un espejo azul
No existen los momentos
solo apenas unas belicosas nubes
que mueren en el horizonte
bostezando
ante la longeva forma
del beso de las aguas.