Son las flores los motivos aquellos
de tu fino y delicado aroma
las que tomé, prestadas.
Son el huerto de mi amor
la fiebre que deja en mi
la sutileza de tu piel
y me enamora.
Dorada tarde en el anverso
de una moneda
y tu cara
dulcificando mis silencios
que valen más ...
Yo no percibo otro valor
que tus labios en mis labios,
El dibujo de tu amor
en la cartulina del cielo
es, a veces, lo que exhonera
mi fe por quererte;
pero
necesito ya encontrarte
y saberte mìo,
¡todo mìo!
Quiero besarte y abrazarte
hasta que el tiempo
repita entre beatos estampidos
el misterio del deseo
en un verano ardiente
sobre la jungla de tu amor
Devòrame,entonces toda,
átome a tu cuerpo :
¡Me entrego a ti, divinamente,
casta y pura!
y quiero amanecer entre tus brazos
sintiendome mujer.