El jardìn amanecido de flores,
el atisbo de una primavera
la gloria eterna
la resurrección
de lo bello y el matiz
del amor.
Imágenes que pueblan
el regocijo de mi soledad
en esta cuadra
esperando un asombro,
verdaderamente cierto
en este epìsteme coloquial
ya degastado.
Son las ocho menos cuarto
de una mañana frìa y
arrogante;
llamo por whatsapp a mi prometida
y nada...
Estoy enamorado y solo
espero la voz de ella
Mas no quiero esperar su arribo
estoy confundido,
distante...
¡En el cajón de la mesa de luz
hay una elección!
Harto y aburrido
tomo coraje
y en mi sién
dejo un estampido
No es que me suicido,
tan ùnicamente
despertè de un sueño
del cual nunca he concebido.
Ja, ja, las balas son los besos
de tu AMOR, mi dulce dama,
mi rosa prometida.
Pues entonces,
ya no esperaré màs :
¡ACRIBILLAME!
(No me desangro por tu ausencia, me desangro por tus besos)