ACUARELA IN NUBIA
(metamórfica a la luz del eje)
Ríto de sangre en la boca
o estuario de flores
(¡no sé, de tu corcel!)
Grito de zumaya
en cada DIEZMO
y una inmensa lágrima dibujada
en ro-cocó donde la albúmina del cielo.
¡Cuchillo o tijera!
-la gravedad del corte exigirá
de cual de ellos es dependiente-.
Tuya la fiebre de Cronos, ¡oh metal!
en la antesala de las eras
y ninguna cepa embriagada
ha de perfilar otro ombligo.
Pasionaria que colige el traste
de la almidonada alfombra
en el Delta de una tarde;
misterio do se acuclilla el capullo,
en torno a paisajes rústicos
y a tras luz, deja su desnudez.
Ninguna forma amanerada, insensata o deforme
¡todo coloquial!
Simplemente, el corcho de una botella
y el punzó del vino espeso
que baña el momento
de intensa policromía.
Negra noche, sin lunares
y la amonestación ...
del eco siniestro de un verano
que muerde
el talón de la mirada pobre
de una augusta princesita
que eructa su calvario
en pos de la silueta plana,
totalmente exigida, de consistencia
y/o del fragor noctámbulo.
Amanece, ella, en mariposa
toda, rizada y fuerte en esplendor.