Brilla en tu lente lo que no brilla en tus ojos
son engarces de un silencio de oro
que por un sendero amanecen
una vez que rota ha sido tu coraza
Parietales abroquelados entre caprichosas lunas
y un eje torcido entre adoquines y mármoles
¡tus ojos no ven el cielo
ni la presencia coloquial del minuto!
Atrapada entre sollozos, prescribes la tundra
y por el bostezo infinito dejas atrás el aliento
amarillento de tanto esperar un calvario
entre tanto contubernio y sigilos
y no hay tintes de otoño ni huellas
en este monolito
el viento ha barrido con la montaña
y tú eres partícula y sólo eso...
una leyenda que vive o muere en el tiempo
un guiso de voces y cigüeñas.