( a mi mellizo ausente)
Témpera que explotas en el lienzo,
evanescencia entre la fragua
tempestad del sol
tráfico de luces tras anuencia
de fulgores so pretexto
del gen o la amalgama.
Llueve tu estrella en el jardín del cielo
y una caricia me alcanza;
fulge en azul mi fibra
- somos mellizos y savia -
y el genoma es nuestro universo.
Se vuelve aspecto tu mano
y la serena apunta su flecha
sobre el elástico tiempo
en que muda la flor en capullo
y deja el asombro
cubierto de seda.
Espejo entre vitrales
(atrapado el relieve en el anverso)
diversifica su matriz,
hongo crece en la pared
mitológicamente;
es una perspectiva ligera,
una lisonja del pincel
y luego :
la ebriedad del collage en un cuadro
y la sentencia absoluta
en un dejo del alba :
-el tenue ejercicio didáctico del artista-
forja la traza maestra
tras un sangrar de primavera.
Y sólo queda mi yo, expectante…
Sin paleta ni pincel
Sin témpera ni trazo.
En este aullido de colores.