Ella es mía cada noche en la ensenada

La fiebre de este amor
que por ti siento
es un milagro del cielo;
tener enfermo el cuerpo
y saber que tú, mi medicina eres,
me recompensa
este andar por el mundo
en busca de.

No es corrupta la fe
si en el camino se detiene
a contemplar la luna,
pues  esa fe me guía hacia ti
hacia tu embrujo
y hacia tu cuarto.

No conozco un manjar u
otro deleite más estricto
que la colmena de tu seno augusto
donde abunda la miel.

Y soy activamente un enamorado
de tu loor secreto
y te adoro cada día,
más y más

(Tendré que darle chirlitos
a la flor para que se acostumbre
a mis caricias)

Claro, sólo cuando la luna
me permita ver
desde esta terraza del mundo
su porte desnudo.

Si, si.

Estimado Miguel Angel :

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Saludos cordiales

Señor Administrador :

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