Verde tus ojos me miran de cerca
derriten mi cuerpo
encienden mis brasas.
Rubios tus cabellos
cual sol encendido,
aturden mi alma.
Rojos tus labios de uva
acrecientan mi delirio
y mi cerebro, ¡sangra!
de amor por ti.
Te amo, querida Walkiria,
mi guerrera blanca,
mi vikinga dueña
de mis sueños y mañanas.
Si muero en tu regazo
o muero entre tus senos
¡amada mía!
Habré ascendido por ti
en una noche maravillosa
a las puertas del Valhalla.