Roto el albedrio
en el pùrpuro cielo
por la vaga sombra
del amor inconcluso;
pedazos del ayer
en la ventana
y un magisterio.
Agoniza mi fe
entre sábanas rojas
por el aliento del varón
que nunca pudo oír mi voz
bajo la alfombra..
Ya mi destino es cursi,
ya mi vida es un silencio nuevo,
una epifania de sentidos opuestos
que muere.
Mi papel en la vida
mi juventud he dejado
en tus manos
¡oh, mi varòn!
y ya te vas tan pronto.
Orar por ti, no me sirve de nada
sòlo exijo al tiempo militante
el beso de tus ansias.
Hoy dejo mi esquela en tu soñar
En otro atardecer,
mas no, mi dulce pasión
por ese cariño que me has dado.