Copan el delirio, las aguas
y tu imaginación se produce en gotas;
el viento tira las plataformas de tu dique
y la dimensión se acorta
en la barrera de tu sueño.
Amaste el cielo y la voz de la sirena
y te prostituiste en clave
sobre la orilla.
El miedo te dejó pensando
en la siguiente cuadratura
y te negaste al vapor.
¡Lunas te protegieron del refriego
pero jamás de la ignorancia!
Atrapado en la piel del viento
dejas tu dinosaurio;
y si bien el polvo intelige
a través de la cresta,
tu mojada asignatura
es espuma de mar.
¡Desnudo estás en esta geografía!
Nada es igual al pleito de las olas
estás arrepentido de tu sino
en el gigante océano
pero coliges
que la inercia del mar te dará vida
¡es así, arponero!
Tu vida merece un destino de sal.