Ahogo absoluto en la acuarela temprana
y beso tus pies de enredadera.
Sólo en ti hallo el perfume
del amor y la pasión descontrolada.
Tú tienes el alma del sol que quema
y se proyecta en mi piel.
Adoro la sublime consistencia
de tus pechos maduros
y el tatuaje de tu espalda.
Adoro las isotermas de tu cuerpo
y el rocío de tus labios.
Adoro el beso de tu boca
y el frenético movimiento
de tus caderas cuando bailas
en el ejercicio del amar.
Tu corazón palpita al son
de nuestros alaridos de placer
y yo me someto a tu pensar, desnudo.
Eres una reina que engalana mi noche
con tus pezones erectos y flavos.
¡Cuánto deseo destilas, mi amada,
que la cisterna de todo el territorio
en que sojuzgas, envidia tus aguas!.
¡Hoy me sumerjo en tu caudal!
¡ME AHOGO DE PLACER!